Monday, June 15, 2009

Windows 7 y los videojuegos

La llegada de Windows Vista fue como un agujero negro para los fanáticos de los juegos. Los problemas de compatibilidad y las caídas en el rendimiento complicaron la migración de los juegos desde Windows XP a Windows Vista. Las cosas mejoraron con la llegada del Service Pack 1 y con los nuevos controladores de video, pero estando próxima la salida de Windows 7, los jugadores ya empiezan a preguntarse qué nuevos desafíos les traerá este nuevo sistema operativo.

El hecho de que Windows 7 esté basado en los mismos cimientos que Vista genera miedo en los jugadores de tener que revivir los problemas que tuvieron que sufrir para migrar sus juegos desde XP a Vista. Los problemas de Windows Vista como plataforma de juegos fueron varios. En primer lugar, la falta de controladores compatibles con el sistema operativo. Componentes que funcionaban a la perfección en XP se vieron afectados terriblemente al utilizarse bajo Windows Vista, si bien en la mayoría de los casos esos problemas están actualmente resueltos.

Otro punto problemático fue la introducción de DirectX 10, con cambios demasiado radicales y violentos en comparación con su versión anterior. A pesar de todas las mejoras prometidas, hoy en día se sigue cuestionando la verdadera utilidad de esta décima versión de las APIs gráficas de Windows. La mayoría de los juegos de última generación corre a la perfección en modo DirectX 9. Además de no haber demostrado beneficios razonables, DirectX 10 también sufrió por la falta de títulos exclusivos.

Y el tercer problema fue el hardware. Con Vista hacía falta más procesador, más video y más memoria sólo para obtener lo mismo. Cualquier juego promedio que necesite 1 GB de RAM en Windows XP requiere entre un 50 y un 100 por ciento más de memoria disponible en Windows Vista, sin importar su versión. Los costos de la memoria han bajado de forma significativa, pero esto no era así hace dos años.

Pero ahora llega Windows 7: más eficiente, más liviano, con mejor adiministración de memoria y corrigiendo los errores que plagaron a Vista. Se lo ve más sólido y más compacto que a su antecesor, al punto de ver en la red varios ejemplos de Windows 7 instalado en netbooks, equipos que no se destacan, precisamente, por sus capacidades de hardware. Es muy temprano para decir que Windows 7 será la plataforma de juegos ideal, pero un hecho innegable es que el entusiasmo de los fabricantes de hardware es notable. ATI ya tiene disponibles controladores compatibles con Windows 7 en su página oficial, mientras que Nvidia ofrece una versión a través de Windows Update. También pueden utilizarse los controladores de Windows Vista, pero es muy saludable ver actividad en este punto meses antes del lanzamiento del sistema operativo.

A pesar de tratarse de una beta, la cantidad de juegos compatibles con Windows 7 es mayor a la que cualquiera hubiera imaginado. Mass Effect, Fallout 3 y Call of Duty 4 son algunos de los que sobresalen en la lista, mientras que otros sufren de algún que otro problema menor, como Crysis, BioShock o Mirrors Edge.

De acuerdo a lo que Microsoft viene diciendo y haciendo con respecto a Windows 7, está claro que los juegos no son una prioridad para el sistema operativo. Sin embargo, después de haber visto la beta 1, queda la sensación de que Windows 7 es mucho mejor que Vista a la hora de instalar un juego y ejecutarlo en su máximo rendimiento. También es lógico pensar que DirectX 11 y la capacidad de realizar renderizado por software saldrán a la luz cuando sea “promocionalmente correcto”, pero Windows 7 deberá demostrarlo con hechos, no con anuncios. Basta mirar lo que le hicieron a Vista los anuncios prematuros como para comprender que Microsoft no debe caer otra vez en ese error.

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